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Nueva York, capital del mundo
- Actualizado: diciembre 20, 2020

J. A. SOLER / @jasoler65
Nueva York no es una capital cualquiera. Puede que tampoco sea la más bella, pero resulta tan fascinante que atrapa a todo el que la visita. Conocida como la ciudad que nunca duerme, su bullicio, sus contrastes, su skyline, su diversidad de culturas o el hecho de sentirse en el corazón del mundo forman parte de su encanto.
Quizás por todo eso Frank Sinatra trasladó a la eternidad su «New York, New York», siempre presente en cualquier rincón de la Gran Manzana. Desde Central Park a Times Square, desde el World Trade Center al Empire State Building o desde el puente de Brooklyn a la Quinta Avenida.
Porque Nueva York es un lugar para sumergirse en sus rascacielos, en el conmovedor silencio del Memorial del 11-S, en la paz de Strawberry Fields bajo el permanente recuerdo de John Lennon y su Imagine, en la Estatua de la Libertad, en el entrañable Bryant Park, en los teatros de Broadway, en una misa Gospekl en Harlem, en Chinatown, en el Rockefeller Center o en el Yankees Stadium del Bronx.
Manhattan, uno de los cinco distritos que forman NYC junto a Brooklyn, Queens, Bronx y Staten Island, es el enorme centro neurálgico de una ciudad que vive inmersa en una película sin fin capaz de mezclar todos los géneros del cine. Un rodaje en el que es fácil sentirse protagonista a la vez que empequeñecido ante semejante derroche de luz, color y gente que inunda puntos emblemáticos como Times Square.
Es cierto que Nueva York es un ciudad cara, con precios abusivos en sus hoteles o en sus principales atracciones turísticas, y agotadora si deseas sacarle el máximo jugo, pero merece la pena visitarla al menos una vez en la vida. No deja indiferente a nadie. Tiene algo que no tiene ninguna otra. Por eso enamora a tanta gente. Y casi todo el que va regresa con una sensación nostálgica y tres palabras grabadas en la cabeza: Tengo que volver.
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