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El Hércules no puede seguir en estas manos
- Actualizado: diciembre 18, 2019

J. A. SOLER / @jasoler65 / Foto: Jorge Soler
Después del sainete montado con el asunto del ahora cobro, ahora no cobro, muchos optaron por no acudir al estadio Rico Pérez en señal de protesta por tanto despropósito en el Hércules.
Más allá del resultado copero (nueva derrota ante el Recreativo de Huelva por 0-1), los fieles herculanos siguen en pie de guerra contra los gestores de un club que navega a la deriva desde hace demasiados años.
No es un cuestión de que la pelotita entre o no, es una cuestión de hartazgo que en la última semana se ha escenificado con el asunto de las entradas que pretendían cobrar a los abonados hasta pocas horas antes del partido con el Recreativo.
Como era de esperar, la entrada fue paupérrima aunque al final hubo algunos más de los esperados. Pese a ello, fueran 500 o 1.000 en un estadio en el que caben 30.000, es para que los principales accionistas reflexionen si merece la pena continuar haciendo el ridículo.
Desde luego, el Hércules y la ciudad de Alicante no se puede permitir ni un día más, ni un minuto más, que esto siga dando un bandazo tras otro mientras el amo fardonea de su último Ferrari más preocupado de hacerle una gracia a Paloma y Marta que de evitar la vergüenza en la que que ha convertido una institución casi centenaria.
Va siendo hora de que pongan precio a un SAD cuya acciones tienen valor cero en el mercado, sin patrimonio alguno así como en la ruina deportiva y social. Si a 20 kilómetros han vendido por 18 millones un club en el fú5tbol profesional que puede dar el salto a Primera, con patrimonio (el estadio) y con menos deuda que el Hércules, no es difícil calcular cuánto podría costar el juguete blanquiazul.
Todo es cuestión de revisar con un juez del origen del pufo tras no declararse el concurso de acreedores como culpable. Y respecto al supuesto dinero que han puesto los accionistas, siempre se pueden aplicar su propia medicina, es decir, sus habituales tres plazos de pago: tarde, mal y, a ser posible, nunca.
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